martes, 26 de junio de 2018

Soneto amoroso difiniendo el Amor, Francisco de Quevedo


     Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado;
     es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado;
     es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo;
enfermedad que crece si es curada.
     Este es el niño Amor, este es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Francisco de Quevedo
(Las tres Musas,
en Poesía original completa, ed. J. M. Blecua, Barcelona, Planeta, 1990)

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