miércoles, 24 de abril de 2019

Palabras de otros: Ray Bradbury

—Ahora, vámonos río arriba —dijo George—. Y tengamos presente una cosa: no somos importantes. No somos nada. Algún día, la carga que llevamos con nosotros puede ayudar a alguien. Pero incluso cuando teníamos los libros en la mano, mucho tiempo atrás, no utilizamos lo que sacábamos de ellos. Proseguimos impertérritos insultando a los muertos. Proseguimos escupiendo sobre las tumbas de todos los pobres que habían muerto antes que nosotros. Durante la próxima semana, el próximo mes y el próximo año vamos a conocer a mucha gente solitaria. Y cuando nos pregunten lo que hacemos, podemos decir: «Estamos recordando». Ahí es donde venceremos a la larga. Y, algún día, recordaremos tanto, que construiremos la mayor pala mecánica de la Historia, con la que excavaremos la sepultura mayor de todos los tiempos, donde meteremos la guerra y la enterraremos. Vamos, ahora. Ante todo, deberemos construir una fábrica de espejos, y durante el próximo año, solo fabricaremos espejos y nos miraremos prolongadamente en ellos.
(Ray Bradbury, Fahrenheit 451, 1953)

martes, 23 de abril de 2019

Aplysia


Conversando con Samuel Pastor Satoca

Cuánto he rodado, y he ido y he vuelto
          aislado en los temores de una vida
          que tiembla y se diluye en la mentira
          y anega la verdad en sufrimientos.

El tacto que estimula los sentidos,
          confuso desde el goce que me niega,
          en celdas me reprime, se recrea;
          ignoro los senderos del destino.

Y el vértigo de hallarme descubierto
          por rostros que ya ascienden en manadas
          amansa los deseos con manías.

Entonces me convierto en ese cuerpo
          que sueña y se deleita en el esbozo
          de la caricia suave de una aplysia.