viernes, 8 de junio de 2018

Noche oscura, San Juan de la Cruz

Canciones del Alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual


     En una noche obscura,
con ansias, en amores inflamada,
     ¡oh, dichosa ventura!,
     salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

     A escuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
     ¡oh, dichosa ventura!,
     a escuras y encelada,
estando ya mi casa sosegada.

     En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
     ni yo miraba cosa,
     sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

     Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
     adonde me esperaba
     quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

     ¡Oh, noche que guiaste!,
¡oh, noche amable más que el alborada!,
     ¡oh, noche que juntaste
     Amado con Amada,
Amada en el Amado transformada!

     En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
     allí quedó dormido,
     y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

     El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
     con su mano serena
     en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

     Quedeme y olvideme,
el rostro recliné sobre el Amado,
     cesó todo y dejeme,
     dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

San Juan de la Cruz
(Tres poemas, ed. S. Galindo Mateo,
Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010)

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