miércoles, 10 de octubre de 2018

Reencuentro, Vicente Gallego


     Regresar a lugares donde fuiste feliz,
sin saberlo, después de algunos años,
y encontrar los objetos que te aguardan
intactos, aunque muertos, pues tus ojos
no recuerdan su magia de otras horas.
Casas de antiguas novias que se quedan
remotas y cercanas con el tiempo
como el rostro querido en los retratos.
Calles, lechos, lugares ya furtivos
a los que aún volvemos, algún día,
cuando los padres huyen a ciudades dudosas
y es tarde al fin para nosotros. Pero es más triste
regresar a los cuerpos, a su calor menguado,
a sus ropas extrañas, y a la carne
en que cifraste un día tu existencia.
Pues no se pierde un cuerpo para siempre,
sino su engaño breve, y tan hermoso;
aquello que hoy buscamos, sin fortuna,
en el mismo lugar, sobre los mismos labios.

Vicente Gallego
(Los ojos del extraño,
en Fin de siglo (el sesgo clásico en la última poesía española). Antología,
ed. Luis Antonio de Villena, Madrid, Visor, 1992)

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