A MC, siempre oculta
los sentidos atados que querían
revelarse a la vida entre mis manos.
Fuiste tan tierna atenta a mis deseos
que entre tus dulces labios desataba
toda el ansia del alma que gozaba
en la entrega inocente de tu cuerpo.
Y yo dejé que el tiempo derramara
su antiséptico flujo de abandono
y no supe atraerte a mi morada.
Y yo soñé con darte siempre al viento
en el ritmo radiante de mi gozo,
en el canto anhelante de tu vuelo.
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