domingo, 8 de abril de 2018

Tenaz hasta el delirio, siempre fuerte...


Tenaz hasta el delirio, siempre fuerte
          sobre el susurro suave de un abismo
          que se abraza en torrentes de sentido:
          agua clara, caricia que se vierte.

Esencia de la piel más pura y limpia

          en el contacto ingenuo que derrota
          un ensayo de muerte entre las sombras:
          luz naciente, destreza de los días.

Ya llegas y me miras y desprendes

          un mundo de matices olvidados.
          Y todo en un instante se ilumina.

Y todo con tu vida lo revuelves.

          Contemplo las estrellas y reclamo
          tu aroma y ese nombre de María.

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